Reseña Tema #2 – El Cientificismo. ¿Neutralidad de la Ciencia?.

Antes de responder la pregunta tendenciosa, quiero atomizar la ciencia, el cientificismo y la neutralidad, para comenzar con una discusión objetiva y quizás replantear el título de este tema.

Ciencia:

Del lat. scientia.

Compuesta por:

El verbo scire, saber, presente en la palabra necio.

El sufijo -nte, que indica agente, el que hace la acción, como en: confidente.

El sufijo -ia, que indica cualidad como en: existencia.

Entonces la ciencia es:

Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente.

Habilidad, maestría, conjunto de conocimientos en cualquier cosa. La ciencia del caco, del palaciego, del hombre vividor.

Cientificismo:

La palabra cientificismo (doctrina que otorga excesiva importancia a los métodos científicos en la vida intelectual y moral) viene del sufijo -ismo (doctrina) sobre la palabra “científico” y esta del latín scientificus = “relativo a la ciencia”.

Neutralidad:

La palabra “neutralidad” está formada con raíces latinas y significa “cualidad de no participar en ninguno de los dos extremos”. Sus componentes léxicos son: el prefijo ne- (no), uter (uno u otro), al (relativo a), más el sufijo -dad (cualiad).

Una vez identificado los tres conceptos que son de discusión para este tema, podemos seguir profundizando en otros conceptos como por ejemplo, conocimiento, razón, axioma, doctrina, entre otros; los cuales nos ayudaran a entender el papel que juega la ciencia en nuestra humanidad.

Responder inmediatamente a la pregunta ‘¿Neutralidad de la Ciencia?’ con un no, es apresurado, mas si nos guiamos de la cita que trae el compañero David H.[1], donde claramente Varsavsky nos muestra que pueden existir diferentes tipos de ciencia y lanza un salvavidas a la ciencia para que se escape del gran tiburón blanco (El Cientificismo). Sí, existen diferentes tipos de ciencia, entonces, bien podríamos aplicar la primera ley de Kirchhoff, colocando a la ciencia como un nodo en el que convergen grandes cantidades de corrientes (conocimientos), sin embargo, no quiero tampoco apresurar mi respuesta, diciendo que para mi la ciencia es neutra, solo por traer una analogía viendo a la ciencia como un nodo. Sigamos la pista tratando de entrar en el pantano tenebroso de manipulación y doctrinas en la que pocas personas quieren manchar el concepto ciencia, no pretendo defender la ciencia, conceptualmente ella misma se defiende, pero es vulnerable porque inevitablemente puede caer en “malas manos”, El Abogado Martin Gil la defiende muy bien de esos grandes tiburones blancos en esta carta: LA BANCARROTA DE LA CIENCIA [2].

En un comentario de la reseña del tema anterior [3], lance una premisa diciendo: “… la ciencia es hija directa de la experiencia, es decir, la experiencia esta primero que la ciencia… la ciencia es libre porque la acción de experimentar lo posee cada individuo y en diferentes formas, de lo contrario no se puede hablar de ciencia a lo máximo de una secta o dogma”.

La ciencia, vista como la definimos inicialmente, muestra que amalgama una gran cantidad de conocimiento o conjuntos de conocimientos de cualquier cosa, aquí no hay distinción de raza, credo, clases etc.; entran todos los conocimientos por igual, ahora bien, ¿Como se dogmatiza la ciencia? ¿Cuando pierde su atributo de libertad?, para estas preguntas me atrevo a decir que cabe una misma respuesta, el hombre o mujer dogmatiza a la ciencia al encerrarla y privar al espíritu de investigar con libertad, quizás para complacer ordenes, modelos o estilos, pero no para complacer el bienestar individual y contribuir para el bienestar común de la humanidad, como responsable y protagonista de los procesos sociales.

Nace entonces la doctrina, la cual complace y beneficia a ciertos grupos, clases sociales o solo para ejercer control mundial, se crea entonces el Cientificismo, que a mi modo de ver no es otra cosa que un científico fanático, ese gran tiburón blanco que vaya que si es blanco, pero hay que observar si la luz (conocimiento) que irradia ese científico es tan blanca como lo que aparenta ser, traigo otro concepto a discusión en esta parte: el “fanático”, que en resumidas cuentas es una persona ciega por algo (deporte, política, ciencia, musica, religión etc), el 19/04/2013 escribí un pequeño comentario sobre el fanatismo el cual cito a continuación:

“El fanatismo es exterminador de las ideas, del pensamiento. El fanático no domina sus instinto, ignora su propio ser, humilla a los demás hermanos que comparte con él por sentir ser superior, el fanático es dogmático, haciéndose prisionero por no ser libre pensador ni creador de sus propios sueños, por sentido común el fanático no construye va en involución, atrasando a los demás que se encuentra avanzando en sueños e ideas en grados superiores a su antagonismo. El fanático se halla en el odio, la ira; porque el fanatismo no puede conducir a nadie sino por el camino de la intransigencia de la injusticia y por tanto del mal.

La lucha contra el fanatismo, es romper con el prejuicio amar y generar ideas con verdadero sentido, sueños con gran claridad para no entrar en la duda y en la discrepancia de los instintos, de esta forma nadie se detiene ayudando en la construcción de la verdadera sociedad relativamente perfecta”.

Podemos ir identificando el o los responsables del por qué la ciencia toma otros caminos, que van en detrimento de la humanidad, podemos entonces ir señalando al Cientificismo y no a la Ciencia del daño, el Cientificismo usa a la ciencia como poder para seguir legislando el conocimiento a los que solo puede acceder ese grupo dogmático para poner de rodillas a toda la humanidad, pero como la ciencia es hija de la experiencia ella misma sabe como evitar a sus fanáticos para que la luz(conocimiento) llegue a todos por igual y aquí cito un extracto de la carta escrita por Martin Gil la cual dice:

“Goethe, al ser interrogado acerca de sus creencias, contestó: ‘como poeta, soy politeísta; como naturalista, soy panteísta; como ser moral, deísta, y tengo necesidad de todas estas formas para expresar mis ideas’.

Los sabios, los estudiosos, podrán ser ateos, materialistas, creyentes, espiritualistas o cualquier otra cosa; pero la ciencia no; ella no se compromete con ninguno; enseña a investigar, dejando en completa libertad al espíritu…” continua la carta diciendo, “… probablemente nadie lo dirá jamás, porque la verdad absoluta no es del resorte del cerebro humano, no cabe en él; la ciencia ha sido la primera en reconocerlo. Pero si no señala esa voluntad, nos aproxima a ella cada día. No deberíamos confundir la ciencia chata y mercantil norteamericana con la verdadera ciencia, cuya característica primordial es justamente el desinterés, el goce interior, espiritual; la ciencia por la ciencia misma”.

Aportar poco puedo sobre este fragmento, lo único que resalto es la importancia y responsabilidad que tenemos como individuos al momento de usar la ciencia o de llamarnos “científicos”. Poco a poco vamos saliendo del fango que ha dejado el adentrarnos en ese pantano y vamos liberando a la ciencia de ese pequeño grupo que se apodera del conocimiento.

Limpios del prejuicio Cientificista, podemos seguir el camino e identificar un primer extremo del nodo, observamos que ese extremo priva a la ciencia y la mercantiliza a tal punto que el hombre es esclavo de si mismo, ahora bien volvemos a Varsavsky cuando dice: “Basta una diferente asignación de recursos –humanos, financieros y de prestigio– para que las ramas de la ciencia se desarrollen con diferente velocidad y sus influencias mutuas empiecen a cambiar de sentido”. ¿Que nos quiere señalar Varsavsky? otro extremo del nodo, ¿quizás?, o tal vez nos este señalando el camino para hacer la verdadera ciencia.

Entonces ¿Donde y cuando es protagonista la neutralidad en la ciencia?, ya analizamos que dentro del Cientificismo no existe tal neutralidad, pero ¿En la Ciencia?, al parecer la existe, adentrémonos un poco mas en la ciencia y vamos a conocerla tal y como es.

Para muchos pensadores el arte esta primero que la ciencia asi como lo dice el escritor espiritista Joaquin Trincando en el libro “Conócete a ti mismo”: “El arte que es progreso es antes que la ciencia…” el lanza esta premisa, para luego formular una pregunta que duramente puede herir la sensibilidad de muchos “profesionales”:

“¿Por qué pues, el artista obra sin títulos y él con título (obraría también) pero con imperfección, la obra que bellamente él dibuja y legisla en los números matemáticos?”

A partir de este punto podemos tener una reflexion bastante larga, tal vez, varios cientificistas quieran salir huyendo por tan solo responder la pregunta, dejemos que sigan en su ceguera fanática y sigamos nosotros buscando repuesta para ser los protagonistas del progreso.

Sentamos que la ciencia es hija de la experiencia, ahora bien, el arte ¿Donde nace?, quizás de la inspiración y la esencia de cada individuo por encontrar una solución o en la realizar objetos que satisfagan sus necesidades, podemos apreciar que tanto el arte como la ciencia bailan juntos, posiblemente, es esa “perfecta” armonía la que permitirá conseguir el progreso. Sin el arte no hay ciencia y sin la ciencia ¿Como estudiamos el arte?, ¿El arte y la experiencia depende de la ciencia para ser estudiados?, puede ser, por eso que Varsavsky asegura que sí puede haber diferentes tipos de ciencia.

Por otra lado y para no seguir entrando tan profundamente en la espiral de la ciencia, debemos saber como aplicar la ciencia, la cual a fin de cuenta se convierte en tecnología, en este punto es donde la neutralidad desaparece, ya que cada persona, grupo, organización; aplicara la ciencia como mas le convenga. Es por ello que insisto en la responsabilidad que tenemos como seres humanos antes de aplicar nuestros conocimiento, preguntarnos ¿Para que extremo se quiere apuntar? o debemos hacer y aplicar una ciencia libre, verdadera y consciente; la cual ayude en la construcción de los procesos sociales y en el bienestar de todos.

1. Eso da una Ciencia diferente. Varsavsky, 1969, p. 8

2. Agua Mansa. Martín Gil. Abril de 1906 p. 62.

3. Reseña #1 – Tema I. Conocimiento, Ciencia y Tecnología, comentario Leonel Hernandez

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